Poner asunto en los emails es un trabajo engorroso. Sobre todo cuando el contenido del correo electrónico es sutil, con matices, exposiciones escurridizas e interpretaciones abiertas. Aún así, desafiamos a menudo a la riqueza de nuestros pensamientos y los reducimos a "cena", "currículum", "reunión" o "martes". El problema es que al rellenar el campo de Asunto uno siente cierto pudor al tener que resumir su mensaje, porque es un desnudo que a veces preferiríamos sustituir con párrafos de striptease, de prosa lenta y cohesionada, que evitaran el integral forzado ya en la bandeja de entrada, con un "perdón", "nostalgia" o "puro interés" que parece que puedan prescindir del contenido del email.
Por este motivo, muchos optan por el socorrido "hola". Pero claro, si el asunto permite identificar más fácilmente los correos... de nada sirve tener cientos de ellos con el asunto "hola". Por ello, entre los muy variados cursos para emprendedores, hay ahora algunos especilizados en el subject del correo electrónico. Es, básicamente, una lección sobre estrategia de márketing dirigida a hacer nuestros relatos más comerciales y que, gracias a la técnica del eslogan publicitario, los temas de nuestra vida que ocupan emails atraigan el interés de nuestros receptores, ya sean amigos, familiares, parejas, jefes o deconocidos.
Yo he optado por evitar tanto la obviedad del "quiero verte" como la publicidad engañosa de "¡¡¡entradas gratis!!! :P". Mejor dejar el asunto vacío y que lo complete la persona que responda, según lo que ha entendido del mensaje, y fomentar así la comprensión entre dos y no los titulares.
Por este motivo, muchos optan por el socorrido "hola". Pero claro, si el asunto permite identificar más fácilmente los correos... de nada sirve tener cientos de ellos con el asunto "hola". Por ello, entre los muy variados cursos para emprendedores, hay ahora algunos especilizados en el subject del correo electrónico. Es, básicamente, una lección sobre estrategia de márketing dirigida a hacer nuestros relatos más comerciales y que, gracias a la técnica del eslogan publicitario, los temas de nuestra vida que ocupan emails atraigan el interés de nuestros receptores, ya sean amigos, familiares, parejas, jefes o deconocidos.
Yo he optado por evitar tanto la obviedad del "quiero verte" como la publicidad engañosa de "¡¡¡entradas gratis!!! :P". Mejor dejar el asunto vacío y que lo complete la persona que responda, según lo que ha entendido del mensaje, y fomentar así la comprensión entre dos y no los titulares.
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